Ge eme voyager, te saluda Sanpei de El Holder.
Hoy continua la historia del Perrillo, una historia que se acerca a su fin.
So far, so good: nuestro héroe ha aprendido a defenderse del mercado:
Cada uno de estos episodios son estrategias que te convierten no solamente en un inversionista más completo, sino también en un navegante experto del espacio cripto.
Y en esta última parte hablaremos sobre la seguridad.
Voyagers y holders, con ustedes, sin más preámbulo, el episodio final:
El Retorno del Perrillo
Y el Guardián de las Llaves. Parte 1.
El Perrillo navegaba de regreso a casa.
Abrió su teléfono para ver cómo iban sus rendimientos de liquidity pools y su ranking de los airdrops que farmeaba. Por seguridad, el Perrillo tenía un celular extra donde guardaba sus holdings a largo plazo (Bitcoin y Ethereum).
Pero… ese celular se había mojado en el Planeta Staking, no funcionaba.
“Qué no cunda el pánico,” pensó. “Tengo mis llaves privadas guardadas, así que puedo importar mi dinero en cualquier otro celular.”
Pero…
No encontraba las llaves privadas.
“No es momento de alarmarse, mis llaves tienen AirTag, así que las puedo localizar,” se dijo a sí mismo.
Bingo!
Logró localizar sus llaves, pero no estaban en el Planeta Staking. Se encontraban en otra ubicación, a 1,200 años luz de distancia.
¿Quién se las habría llevado?
Se empezó a alarmar. Debía recuperarlas antes de que lo drenen.
Tenía 2 opciones:
El camino largo, ir en línea recta que le tomaría 1,200 años luz.
O el camino corto: un gusano que atravesaría dimensiones desconocidas pero lo haría llegar a la ubicación en una hora canina.
No sabía con que se toparía al entrar por el gusano, pero iba a tomar el riesgo, no había tiempo para ser precavido. Giro 180 grados la ShitcoinShip y se aventuró en el gusano….
El silencio se apoderó de la ShitcoinShip.
El perrillo vio sus manos….
“¿Dónde… estoy…?”
“Perrillo, recuerda taggearme la próxima vez, me pierdo con el ruido de cripto twitter,” le respondieron.
¿Quién era esa rana morada? se preguntó.
El perrillo cerró los ojos… Sintió que algo lo jalaba y los abrió.
Ahora hacía frío y escuchaba algunas risas como de… ¿Pingüinos?.
Los Pudgy Penguins eran la colección favorita del perrillo. ¿Acaso estaba soñando?
Sintió que su cuerpo se debilitaba y ahora se arrastraba a otra dimensión, comenzó a escuchar voces humanas….
“Bienvenidos a Otro Alfa con El Holder versión Ghibli, hoy tenemos a un gran invitado. ¿Perrillo cómo estás?”
“Pero qué cara….” pensó el Perrillo.
No pudo terminar la frase cuando sintió que se arrastraba a un nuevo mundo, ahora escuchaba preguntas de reporteros.
“Señor presidente, cuando quitará los aranceles?” “Señor Trump, ¿está haciendo todo esto para que bajen las tasas de interés?”
El Perrillo escuchó una voz poderosa:
“Ya respondí sus preguntas, si son inteligentes, entenderán que el beneficio se verá reflejado en largo plazo. Vean este crash como una gran oportunidad,” dijo Trump.
“No más preguntas, necesito más naranja en la cara… Perrillo?”
“Si, señor Trump,” le contestó el Perrillo
“¿Qué, por qué estoy maquillando al presidente?” el Perrillo no entendía lo que estaba pasando. Tiró el maquillaje, no podía soportarlo más…
Cerró los ojos esperando un milagro y cuando los abrió… estaba en un ring de boxeo.
“DAMAS Y CABALLEROS, EN ESTA ESQUINA, CON CUATRO PATAS Y UNA COLA, EEEEL PERRILLO”
Se escucharon porras y chiflidos del público, pero ¿contra quién se enfrentaría?
“Y EN LA OTRA ESQUINA, CON UN METRO DE ALTURA Y 40 KILOS DE PELIGRO, EL IMPARABLEEEE HASBULLAAAAA”
El Perrillo comenzó a temblar.
Sentía frío. Se sentía débil. No podía respirar. ¿Acaso era el fin?…
Cerró los ojos de nuevo, pero esta vez, todo era oscuridad…
Unos gritos rompieron el silencio:
“¡Perrillo!” “¡Perrillo!”
Luego, el ruido del claxon de un carro. El Perrillo se despertó.
Estaba en la ShitcoinShip, pero alguien le llamaba desde fuera, se asomó por la ventana de la nave:
“Ey Perrillo, alivianate, todavía no te toca, si no te subiría a mi troca, ya casi llegas pariente, ándale, así nomás quedó.”
¿Quién será ese agradable sujeto? se preguntó el Perrillo.
Finalmente, la ShitcoinShip atravesó el gusano.
“Que tripsote” pensó el Perrillo. A lo lejos, se veía una estación espacial que parecía abandonada.
El GPS marcaba que las llaves privadas se encontraban dentro, así que se armó de valor y voló su nave hacia la estación abandonada…
Continuará…
La seguridad de tus activos es prioridad cuando navegas en cripto. En la última edición aprenderás de especialistas de seguridad blockchain las mejores prácticas para cuidar tus monedas.
No te lo pierdas, dentro del Holder en un par de días….